domingo, 14 de octubre de 2012

EHHHHH Macarena AAAYYYYY


Hay muchas canciones que no pasan de moda a lo largo de los años, esas que en una boda random nos venimos arriba como “la bilirrubina” “fruta fresca” “sufre mamón”…  entre esas canciones  se encuentra ESA.. “LA CANCIÓN” ¿de cuál estoy hablando? Pues...  La MACARENA.

Mis padres hace 26 años decidieron ponerme este bonito nombre ya que mis orígenes se encuentran en Sevilla, era una formar tierna de honrar a mi abuelo que tanto amaba esa tierra. Pasados los años, como 11 desde mi nacimiento, un par de horteras andaluces que nadie conocía decidieron hacer un boom del verano, que nadie recuerda la letra pero todos el estribillo “dale a tu cuerpo alegría…” pues resultó un éxito y pasó las fronteras y, como teníamos poco con la versión española, decidieron hacer una en inglés en la que solo se entendía "guachi ponchi guanchi  Macarena guanchi ponchi ponchi rebuena".


Al principio era muy gracioso, todo el mundo que le decía mi nombre la cantaba, como si fuese la primera persona que me había hecho la “gracieta”. Pues quiero aclarar que NO, que me han hecho la bromita unas cinco mil veces. 

Hace unos meses pasé un largo proceso de selección para comenzar un máster en una multinacional, después de muchas entrevistas, test de inglés, test de personalidad… llegué a la última, estaba muy nerviosa, llevaba tiempo preparándome para ese momento, y no solo las posibles preguntas también ¡qué me iba a poner! Después de la dura elección de la indumentaria, llegó el día y me dirigí con bastante antelación a entrevista para no llegar tarde.


A mi llegada me encontré una garita de seguridad con cuatro señores que muy serios me preguntaron a dónde me dirigía y mi DNI, muy seria les comento que tengo una reunión con Don Pepito Pérez, Director del Máster. Los tipos se quedan serios mirando el DNI y empiezan a mirarse unos a otros, uno de ellos sale de la garita, mis nervios empiezan a aumentar y empieza a pasa por mi cabeza un montón de ideas “me he equivocado de día de entrevista”; “a ver si no me han seleccionado, se han equivocado y no saben cómo decírmelo”… vamos chorradas sin sentido que aumentaban mientras los de seguridad hablaban a lo “bajinis”. El hombre se aproxima a mi coche, me da el DNI y me dice sin mostrar gesto en un cara “Aparte  necesitaría tu número de teléfono” mi cara de asombro va en aumento y continúa “Mi compañero que es jovencito y de buen ver, dice que eres muy guapa”. Ya no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, cuando sale el compañero en cuestión, un chaval de unos 20 años con los brazos en jarra y sonriente en plan “yo soy el del teléfono, ¿Qué te parezco?”.


En ese momento no pude contener la risa, me hice la tonta, puse la primera marcha y aceleré todo lo posible para quitarme del medio cuanto antes. Gracias a eso llegué a la entrevista muerta de la risa, y la verdad que no se si salió bien o mal pero finalmente entré en el máster.

Pues bien, desde el primer día que llegué a estudiar el máster, al pasar con el coche por la garita de seguridad, los cuatro guardas se ponen de pie y cantan “EY MACARENA, AYYYYYYYY”.

Si señores, supongo que os parecerá muy gracioso, a menos tengáis la misma suerte que yo y vuestros nombres sean “Maria Cristina” (Maria Cristina me quiere gobernar…) , “Miguel”  (Qué le estará pasando al probe Miguel que hace mucho tiempo que no sale) o bien “Lola” (no me llames Dolores llamame Lola…) que seguro que están comprendiendo a la perfección este cachondeo debido al nombre que encima ¡no elegimos, nos lo pusieron nuestros padres y ya no podemos hacer nada para cambiarlo!

Como conclusión solo pido “Un poco de por favor”  :) 

Y colorín colorado... AAAAYYYYYYYYYY