domingo, 14 de octubre de 2012

EHHHHH Macarena AAAYYYYY


Hay muchas canciones que no pasan de moda a lo largo de los años, esas que en una boda random nos venimos arriba como “la bilirrubina” “fruta fresca” “sufre mamón”…  entre esas canciones  se encuentra ESA.. “LA CANCIÓN” ¿de cuál estoy hablando? Pues...  La MACARENA.

Mis padres hace 26 años decidieron ponerme este bonito nombre ya que mis orígenes se encuentran en Sevilla, era una formar tierna de honrar a mi abuelo que tanto amaba esa tierra. Pasados los años, como 11 desde mi nacimiento, un par de horteras andaluces que nadie conocía decidieron hacer un boom del verano, que nadie recuerda la letra pero todos el estribillo “dale a tu cuerpo alegría…” pues resultó un éxito y pasó las fronteras y, como teníamos poco con la versión española, decidieron hacer una en inglés en la que solo se entendía "guachi ponchi guanchi  Macarena guanchi ponchi ponchi rebuena".


Al principio era muy gracioso, todo el mundo que le decía mi nombre la cantaba, como si fuese la primera persona que me había hecho la “gracieta”. Pues quiero aclarar que NO, que me han hecho la bromita unas cinco mil veces. 

Hace unos meses pasé un largo proceso de selección para comenzar un máster en una multinacional, después de muchas entrevistas, test de inglés, test de personalidad… llegué a la última, estaba muy nerviosa, llevaba tiempo preparándome para ese momento, y no solo las posibles preguntas también ¡qué me iba a poner! Después de la dura elección de la indumentaria, llegó el día y me dirigí con bastante antelación a entrevista para no llegar tarde.


A mi llegada me encontré una garita de seguridad con cuatro señores que muy serios me preguntaron a dónde me dirigía y mi DNI, muy seria les comento que tengo una reunión con Don Pepito Pérez, Director del Máster. Los tipos se quedan serios mirando el DNI y empiezan a mirarse unos a otros, uno de ellos sale de la garita, mis nervios empiezan a aumentar y empieza a pasa por mi cabeza un montón de ideas “me he equivocado de día de entrevista”; “a ver si no me han seleccionado, se han equivocado y no saben cómo decírmelo”… vamos chorradas sin sentido que aumentaban mientras los de seguridad hablaban a lo “bajinis”. El hombre se aproxima a mi coche, me da el DNI y me dice sin mostrar gesto en un cara “Aparte  necesitaría tu número de teléfono” mi cara de asombro va en aumento y continúa “Mi compañero que es jovencito y de buen ver, dice que eres muy guapa”. Ya no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, cuando sale el compañero en cuestión, un chaval de unos 20 años con los brazos en jarra y sonriente en plan “yo soy el del teléfono, ¿Qué te parezco?”.


En ese momento no pude contener la risa, me hice la tonta, puse la primera marcha y aceleré todo lo posible para quitarme del medio cuanto antes. Gracias a eso llegué a la entrevista muerta de la risa, y la verdad que no se si salió bien o mal pero finalmente entré en el máster.

Pues bien, desde el primer día que llegué a estudiar el máster, al pasar con el coche por la garita de seguridad, los cuatro guardas se ponen de pie y cantan “EY MACARENA, AYYYYYYYY”.

Si señores, supongo que os parecerá muy gracioso, a menos tengáis la misma suerte que yo y vuestros nombres sean “Maria Cristina” (Maria Cristina me quiere gobernar…) , “Miguel”  (Qué le estará pasando al probe Miguel que hace mucho tiempo que no sale) o bien “Lola” (no me llames Dolores llamame Lola…) que seguro que están comprendiendo a la perfección este cachondeo debido al nombre que encima ¡no elegimos, nos lo pusieron nuestros padres y ya no podemos hacer nada para cambiarlo!

Como conclusión solo pido “Un poco de por favor”  :) 

Y colorín colorado... AAAAYYYYYYYYYY


domingo, 23 de septiembre de 2012

El cumple de mi hermano Alex


Para los que no conozcáis a mi familia, debéis saber que hay dos miembros que son los reyes de la casa y los más especiales: Miguel y Alex. Hoy hablaré del segundo.

Mi hermano Alex tiene 30 años y es autista. Entre muchas virtudes que podría resaltar de El, es su  alegría, su inocencia , su fuerza de voluntad  y  la capacidad de encandilar a mi madre y conseguir exactamente lo que quiere cuando quiere.  Entre otras cosas, ayer celebró su cumpleaños con todos sus amigos del centro ocupacional aun cuando falta un mes para su cumple, ¿Por qué? Porque sí, no hay más que hablar.
Así que a partir de las 5 de la tarde empezaron a llegar todos sus compis, chavales tan especiales como El, con sus mejores galas y la bolsa con el regalo: “Alex te traje la colonia que me pediste”; “Aquí está la peli que me dijiste que te comprase” (parece que su capacidad de mandar no queda solo en casa). 

Así que nos reunimos en el jardín de mi casa sus amigos, mis sobrinos, mis hermanos…  La primera anécdota empiezó cuando una amiga de Alex, Rocío, me mira con ternura y me pregunta: ¿Estas embarazada?” le contesto que NO, y me dice con toda la inocencia del mundo “No, si solo lo decía por la tripa que tienes” y sigue tan normal comiéndose un trozo de Pizza (en ese momento decidí que la dieta que estaba haciendo no estaba dando sus frutos).

Entre los asistentes al evento, se encontraba mi hermano Rodri, que hace unas semanas le han operado de dos piernas, tiene las dos piernas escayoladas y por tiene que ir en silla de ruedas, así que otra de las amigas de Alex, Mónica, una chavala que mide 1,50 y es capaz de hacer 20 preguntas seguidas por segundo, muy impactada al ver a Rodri así, le pregunta: ¿Qué te ha pasado?,;¿ Te vas a curar?; ¿Por qué tienes escayola?; ¿Te duele?  Rodri va contestando una a una todas sus preguntas… ¿Pero vas a andar? Le pregunta Mónica, Rodri contesta “si, en cuando el médico me deje”. Mónica sigue insistiendo “¿Y en un minuto podrás andar?”, Rodri contesta que no, y Mónica insiste “¿Y en cinco minutos?” Rodri ya sin poder contener la risa contesta “en cinco seguro que ya si”.

La tarde continúa, se termina la merienda, pasamos a cantar el cumpleaños feliz y a poner música de “Bisbal y Bustamante” tal como piden los asistentes al cumple. Ya se empieza a hacer de noche y Rodri me pide que le lleve a su cuarto, así que empiezo a empujar la silla y cuando ya estamos a unos 15 metro de distancia al evento, Mónica ve a Rodri y GRITA:

-“¡¡¡Eeeeeee, mmmmm, como era el nombre, ah si… SILLA DE RUEDAS, hasta luego que te cures pronto!!!!!”.

Muertos de la risa, nos vamos,  y ya desde entonces hemos decidido no llamarle por otro nombre que no sea “silla de ruedas”.



Muchas veces envidio la inocencia de estos chavales, que son felices simplemente con dos trozos de pizza y uno  de tarta y, no piden más a la vida que el cariño de los suyos y ser aceptados tal y como son.  Solo añadir que el ambiente cuando ellos están cerca es alegre, positivo y te das cuenta que en la vida los pequeños detalles, los abrazos, las sonrisas pueden mover montañas. Así que desde mi humilde blog, una ovación a todos ellos.

Y colorín colorado…

lunes, 17 de septiembre de 2012

OJO las tecnologías


Antes de nada, diré que ésta anécdota me la contaron de primera mano y es CIERTA (los nombres obviamente me los he inventado).

Los señores González, un matrimonio joven, acababan de tener su esperado y deseado bebé llamado… “Pepito”. Estaban felices y entusiasmados, y , su mayor satisfacción era ponerle el faldón de los Domingos al enano y sacarle a pasear para que todo el mundo viese lo primoroso, gordo y bonito que era “su Pepito”.
Un buen día, sus íntimos amigos, “los Vázquez” les llaman por teléfono para darles la enhorabuena por la buena nueva, y claro, con toda la ilusión invitaron a “los Vázquez” para que conocieran al bebe. Los amigos, con toda la alegría fueron al “Gocco” más cercano a su casa para comprar un detallín al recién nacido y una tarta para la mamá. Así que llegó el momento de la visita al dulce hogar de los González…



- “Ding dong, ding dong”…
-“Manolo, abre la puerta mientras peino y pongo colonia al niño, que  han llegado los Vázquez”.
Manolo abre la puerta:
-“qué ilusión que hayáis venido, pasar al salón, pasar por favor no os quedéis en la puerta…”
Total, que ahí se juntan todos, los González y los Vázquez se reúnen en torno a Pepito para alabar las cualidades del pequeño:
- “Pero qué ricura de niño, de verdad que no podía ser más guapo”.  “¿Te duerme bien toda la noche”.
 -“si si, es un santito”
-“Pues qué suerte porque mi manolín no sabes que noches me hacía pasar, y encima es guapo, pero guapo eh?”.

La conversación sigue hasta que mama González se da cuenta que pepito se ha hecho “popo” y se van el marido y ella a cambiar al bebe.

Los Vázquez se quedan solos y deciden decir la VERDAD (pero con saña): “¡Pero será feo el niño!”, y continúan insistiendo “¡no me creo que lo paseen alegres, deberían tenerlo escondido, menudo niño mas feo!”.
El uno al otro se van animando y las criticas van en aumento, hasta que los González aparecen rojos de ira y les dicen “¡¡¡¡FUERA DE NUESTRA CASA!!!”. Los Vázquez asombrados preguntan “¿Pero por qué, si aun no hemos tomado la tarta?”, a lo que contestan los González a voz en grito: “Lo hemos escuchado todo por el Walkie, que poca vergüenza tenéis, ¡¡¡venir a nuestra casa a criticar a nuestro hijo!!!!”.


Así que los Vázquez se fueron…  ¿Qué otra opción les quedaba? Un puñetero aparato que sirve para escuchar el llanto del bebé les había cazado de lleno, ¡les había costado una humillación y una amistad!
Muchas veces nos preguntamos si las nuevas tecnologías son un avance o nos están limitando la vida privada, el razonamiento o la memoria… pues bien, no entraré en ese debate, simplemente que ¡hay que estar al tanto de los pequeños detalles antes que nos jueguen una mala pasada!

Y colorín colorado…

jueves, 30 de agosto de 2012

Los Motes


Lo primero de todo, espero que hayáis pasado un buen veranito, siento no haber escrito estas últimas semanas, pero he decidido aletargarme hasta casi el punto del “encefalograma plano”, os dejo una fotito para daros un poco de envidia :)



Hoy me decanto por otra de mis anécdotas célebres durante mi estancia de Erasmus. Como ya introduje en una de mis entradas, mi año en la Universidad de Utrecht me hizo aprender, madurar y sobre todo, meter la pata como nunca antes lo había hecho.

Corría el de mes de Mayo de 2008 cuando solicitamos nuestro Erasmus con la idea clara de “vamos a vivir como Reyes y estudiar lo mínimo”, finalmente quedamos tres seleccionados y con toda nuestra ilusión hicimos las maletas a finales de Agosto hacia ese país maravilloso llamado HOLANDA.

Llegamos un 2 de Septiembre a una facultad de fachada roja llamada “Minnaert” con cara de atontados y sin saber muy bien donde ir, una vez encontramos nuestro aula, entramos y “fichamos” el panorama que nos iba acompañar en los próximos 10 meses, se puede resumir en: “todo rubias altas de ojos azules todas con tacones y hombres engominados”. ¡La cara de felicidad de mis compis no podía ocultarse!


Todas las clases eran en inglés, pero todos los estudiantes eran de Holanda, así que nos fuimos aislando a ultima fila, la de “los raretes” de España y, como los nombres holandeses son prácticamente imposibles de pronunciar, comenzamos a poner motes a todos los de clase: en primera fila “la empollona” (aquella que te preguntaba dudas a mala idea en las presentaciones de clase, incluso sabiendo ella la respuesta); “la guapa” (con 1,85m de altura y ojos verdes); “la gordis” (creo sería ofensivo explicar por qué le llamábamos así) y por último el simpático de “pelo graso”. Para entender este último mote tengo que explicar que en Holanda, los hombres se ponen tanta gomina hasta que llega a su punto de saturación y se hacen “chorretes” en el pelo, de tal manera que parece que continuamente está sucio. Bien, dicho esto, diré que “pelo graso” era de los más majetes de clase, nos saludaba por las mañanas, si teníamos algún problema nos ayudaba, el chaval en resumen nos caía bien .Para que no parezca que éramos muy crueles poniendo motes, a nosotros mismos nos autodenominábamos “los tontogs”, porque no salíamos de una para meternos en la siguiente…

Los meses pasaban, las asignaturas empezaban a ser pesadillas (Nunca JAMÁS he estudiado tanto como de Erasmus y no miento), y nos íbamos sintiendo más cómodos en nuestro hábitat, de tal manera que , como nadie nos entendía, nos sentíamos con la libertad de hacer comentarios en alto entre nosotros "Mira la empollona ya hace preguntas trampa al profesor”; “Pelo graso ha llegado tarde, el chaval cada día con más gomina”...


Un buen día, llegamos al laboratorio de rocas ígneas y nos dispusimos a hacer la práctica correspondiente. Como siempre, al final de la clase los españoles y, sorprendentemente, “pelo graso” en nuestra fila, concretamente a mi lado. Empezamos la práctica y como a mitad de la clase “pelo graso” me pregunta en PERFECTO CASTELLANO… “¿Estás contenta con esta asignatura? ¿Qué tal la universidad te gusta?”, en ese momento miro a Diego y a Pablo y los tres palidecemos, tras unos segundos callados le preguntó -¿SABES ESPAÑOL?, a lo que contesta –“Estuve dos meses en Granada un verano y lo aprendí”… ¡DOS MESES SEÑORAS Y SEÑORES había necesitado para hablar español PERFECTO! Y lo mejor de todo ¡¡LLEVÁBAMOS DOS MESES LLAMANDOLE PELO GRASO A LA CARA!!


 Así que, procurando mostrar “tranquilidad y buenos alimentos” como diría mi padre, continuamos una conversación en español con nuestro único amigo de clase, mientras nos contaba cómo aprendió en solo dos meses nuestro idioma (y yo necesité 10 meses... qué mal repartido está el mundo).

Como conclusión diré que sobrevivimos, y al final creo que con la cabeza bien alta. Hicimos buenos amigos y aprendimos otro método de trabajo y, por supuesto, no volvimos a hablar de nadie en alto, que nunca se sabe quién ha podido hacer un curso de CCC en 2 días y aprender español para luego irse de vacaciones a la Costa Brava.

Y colorín  colorado...

jueves, 26 de julio de 2012

¿Has visto lo que tienes en la cabeza?

Como ya conté en entradas anteriores tengo una familia grande y desde hace muy poco ya 15 sobrinos. La llegada de los niños nos cambió a todos, aprendí que mis tacones son parte de los disfraces, mis pintalabios y sombras un básico en la estética de mis sobrinas, y nada mejor que hacer gimnasia saltando en la cama de la tía Maca.



La verdad que nos ha costado a "ambas partes" poder disfrutar en "casa de la abu" sin que signifique la destrucción masiva de mi armario. Ahora, por ejemplo, tienen la decencia de preguntar antes. "tia Maca voy a por unos tacones a tu armario, pero de los que ya no te pones"  así que con unas ligeras normas de convivencia todos podemos disfrutar de un domingo sin sobresaltos.

Hace un par de años, tal día como hoy, fui a la peluquería para sanear mis puntas y poder sobrellevar el verano, así que, con el único miedo de que me cortasen más de la cuenta, fui a una peluquería que acostumbro ir para pasar este pequeño trámite. Llegué al lugar, me pusieron la bata, me lavaron el pelo y la pregunta de siempre "-¿Como te lo corto?", "-Dos dedos como siempre, solo sanear".





La peluquera (que justo ese día no era la que acostumbraba a cortarme el pelo),empezó a poner cara de susto y asco a la vez, yo seguía leyendo el "Hola", probablemente el último posado de Ana Obregón del verano, cuando ya, tras varios caretos y gestos negativos hacia mi pelo, emitió con tono que todo el mundo pudiese oírlo "¿Has visto lo que tienes en la cabeza?, contesté tímidamente que no, a lo que continuó aumentando el tono "¡ESTAS LLENA DE PIOJOS!". En ese momento, me acordé de los angelitos de mis sobrinos acicalándose en mi baño y lo único que se me ocurrió fue decir la verdad... "Es que mire, tengo muchos sobrinos y acostumbran a usar mi peine cuando yo no estoy", pero ella, no le convenció ni enterneció mi argumento y me dijo con voz firme y seca: "-Esto lo corto, pero no te lo pienso secar".



Salí con mi pelo mojado, sintiendo vergüenza y frustración ¡¡ La última vez que había tenido piojos podía tener como 8 años!! así que arranqué el coche y fijé mi próximo destino: LA FARMACIA.

Entré en la de siempre, la farmacéutica, que es amiga, me preguntó:

 -"¿Que vienes a buscar?"
- "Una loción antipiojos"
-"¿Otra vez los sobris con pipis?" En ese momento decidí que el bochorno había sido suficiente , así que contesté:
-"La verdad que si, ya no sabemos que productos usar, es horrible así que dame lo más agresivo que tengas".

Salí de la Farmacia con mi loción dispuesta a asesinar a esos bichos asquerosos que habían decidido anidar en mi preciosa cabellera, y entre la loción y un bote de mi vinagre que mi madre seguirá buscando por el armario pude con ellos y los eliminé.

Mi conclusión  es positiva, los niños llegan de alegría una casa y disfrutamos todos de ellos, y la verdad ¡¡Qué todo lo malo se pueda solucionar con un bote de loción antipiojos!!

Y colorín colorado...



martes, 17 de julio de 2012

REGALO ABRAZOS


Hace dos  fines de semana nos fuimos un grupo de amigas a Salamanca con motivo de la despedida de soltera de mi amiga Anahí. Las semanas previas estuvimos preparando todo con mucho cariño: alojamiento, restaurantes, sitios de tapas, juegos… todo bajo control, y por fin llegó el Viernes.

A las 18.30 nos fuimos a buscarla a su casa, creo que como nosotras 5 millones de madrileños decidieron coger la carretera de la Coruña, así que tardamos más de lo previsto en llegar a nuestro “lujoso” apartamento que teníamos reservado. Disfrazamos a la novia de… NOVIA (muy original ¿NO?) y nos fuimos dirección Playa Mayor para cenar en el Mesón Cervantes.
Durante la cena, la gente que pasaba, sobre todo mujeres nos saludaban al grito de “NO TE CASES, ESTAS LOCAAAAAAA, QUIÉN TE HA ENGAÑADO”, lo mejor, es que al lado de estas felices esposas se hallaba el marido con cara de “pues no entiendo el por qué mi mujer grita en medio de la plaza Mayor de Salamanca no te cases a una pobre jovenzuela”.

La cena continuó entre cervecita y tapeo, así que nos animamos a empezar con los juegos, una serie de rondas de preguntas sobre el novio que la novia tenía que contestar. Pasaban las preguntas y la novia se iba dando cuenta que  no sabía las respuestas, así que empezaba a deprimirse,cuando decidimos cambiar, ponernos un copazo e irnos a bailar. Acabamos en un bar con todo despedidas de solteros bailando “las Spice girls” y “Saturday Night” hasta las 5 de la mañana. 


La mañana del Sábado todas amanecimos con cara de… no sabría explicarlo, solo diré que el agua de Salamanca no sienta muy bien…  pero bueno, solo quedaba una prueba más, plantarlos el cartel de “REGALO ABRAZOS” y con nuestra careto abrazar a todo el que pasase por nuestro lado.  



Empezamos tímidas, la gente nos miraba raro, hasta que un grupo de “perroflautas” corrieron a nuestro encuentro al grito de  “gracias por esta labor humanitaria que hacéis” (debieron pensar que éramos una especie de asociación por la felicidad). Desde ese preciso instante, nos vinimos arriba y comenzamos a abrazar a todo viandante: señoras, niños, resacosos, novias, novios… La mañana discurría con alegría y los abrazos nos estaban subiendo el ánimo, casi me estaba planteando hacer una asociación de abrazos cuando... LE VI, un padre de familia, de unos 2,00 metros de altura, acompañado de sus niños y aspecto de ser mas majo que las pesetas, abrió los brazos y sonrió, así que corrí a darle un abrazo, mientras le abrazaba,  el Señor en cuestión dice: “Bueno maja, ya te estás pasando con el abrazo ¿Déjalo ya no?”  Con toda mi pena, di media vuelta y decidí que “el sobeteo de abrazos del día” había llegado a su fin.



Terminamos tomando unas tapas en “Las Conchas” (os lo recomiendo) y vuelta a “los madriles” con nuestra resaca, nuestros carteles y nuestra alegría de haber pasado un fin de semana de lo más surrealista y divertido.


Ya para terminar, solo decirte "Aniní" que te deseo toda la felicidad del mundo... ¡VIVA LA NOVIA!

Y colorín colorado…

lunes, 2 de julio de 2012

Kind regards


En mi último año de facultad decidí irme de Erasmus a Holanda. Era una experiencia que me apetecía mucho vivir. La idea de irme un año fuera, conocer gente nueva me atraía,  pero tenía un pequeño problema ¡NO TENIA NI IDEA DE INGLES!


Lo primero que hice fue solicitar el Erasmus con la clara idea que el examen de inglés no lo iba a pasar, pero sorprendentemente LO PASÉ (con nivel bajo, pero suficiente). De mi facultad fuimos tres seleccionados, mis queridos amigos Diego y Pablo  y mi persona. Al saber que habíamos sido aceptados empezamos con los trámites de matriculación en la Universidad de Utrecht, búsqueda de alojamiento, asignaturas…

En Holanda ocurre exactamente lo contrario a España, la burocracia FUNCIONA. Desde el primer momento empezamos a recibir e-mails de la universidad que nos iba explicando qué pasos teníamos que seguir, que formularios había que rellenar… Así que cada vez que recibía un mail, hacía lo que me solicitaban y contestaba al mismo coordinador que gestionaba toda la documentación, dudas y preguntas.
Sin casi darnos cuenta, llegó Septiembre, y con ello nuestra partida a ese maravilloso País llamado Holanda. El primer día nos recibió en coordinador llamado “Jeroen Van Pelt”, el cual hizo una introducción a todos los Erasmus de “Geosciences”. También hicimos una pequeña visita a la universidad y una ruta turística por la ciudad que finalizó cenando pancakes (a las 18.00) en un restaurante a pie de canal.


El primer fin de semana nos fuimos todos los estudiantes Erasmus con la organización al famoso “Introduction weekend”. En medio del campo, en un albergue al lado de un lago, nos fuimos conociendo  entre gymkana y cerveza vamos ¡Un planazo! Todo iba sobre ruedas, hasta que… ¡Empezamos las clases! Los estudiantes holandeses iban a clase SOLO a preguntar dudas, se descargaban las presentaciones antes de clase, llevaban todo estudiado y al día, con la sola intención de “profundizar conceptos”, mientras que los “tontitos españoles” no nos esterábamos de nada.



Antes de ir de Erasmus,  escogimos las asignaturas más fáciles pensando en estudiar lo mínimos posible: 
“-chicos hay una que se llama introducción a la geofísica, menuda mariconada, ya hemos hecho esa asignatura en España”, pues la “chorradita” resultó ser toda la resolución matemática para entender las fórmulas fundamentales de la geofísica… Viendo lo que se nos venía encima, y queriendo no ser los primeros estudiantes que suspenden en el Erasmus, decidimos empezar a cambiar las asignaturas, pero para ello necesitábamos ponernos en contacto con el famoso “Jeroen Van Pelt”, nuestro querido coordinador que tanto nos había ayudado.

Una mañana, estando en la facultad los tres mosqueteros, delante del ordenador y con toda la intención de parar el ridículo que estábamos haciendo, nos pusimos a mandar el mail al coordinador para cambiar las asignaturas pero… ¿Cómo conseguir el e-mail? Pregunté inocentemente, cuando Diego que es muy avispado dijo: “No so preocupéis, tenemos los mails que recibimos antes de venir a Holanda, cuando solicitamos el alojamiento, la matricula etc”. Yo extrañada y poco convencida de lo que Diego estaba comentando añadí: “¡¡¡Diego te estas confundiendo, quien nos escribía para hacer las solicitudes no era Jeroen era  KIND REGARDS!!!"
En ese preciso momento, Diego y Pablo estallaron de la risa, yo personalmente no entendía el por qué, y fue cuando me dijeron: “-Maca Kind regards significa SALUDOS CORDIALES”. ¡Había estado mandando mails escribiendo “Dear Kind” durante meses!, yo en mi defensa, alegaba que Kind regards podía ser un nombre holandés como cualquier otro, pero no tuvieron piedad, tardaron aproximadamente 3 segundos en mandar un mensaje a todos los del Erasmus contándoles la hazaña.
La notica corrió como la pólvora, tanto, que el propio “kind” lo supo y  no tardó en firmar sus mails como “kind regards”.

Como conclusión diré, que después de 10 meses en Holanda, por lo menos aprendí a despedirme cordialmente en las cartas.



Y colorín colorado…

jueves, 28 de junio de 2012

Hoy me vienen a buscar en coche


En mi anécdota de hoy voy a remontarme a Octubre de 2004, año que comencé mi ciclo universitario en la facultad de ciencias geológicas de la UCM. Después de 15 años en un cole privado y de chicas, empezó mi andadura en una universidad pública. Para mejor comprensión de la historia, me veo en la obligación de afirmar mi espíritu 100% adolescente a la par que ingenuo.




Habían transcurrido  varias semanas de clase, iba conociendo a mis “compis” cada vez mejor, entre cafecito del descanso de las 11:30 y cigarro entre clases, nos poníamos al día de nuestras vidas: “¿A qué colegio has ido?”; "¿Cuántos hermanos tienes?"; o bien "¿Qué narices te hizo elegir la extraña carrera de piedras?".


Los que conocéis mi facultad (si, la caja de cerillas gris y muy fea) sabéis que en la entrada hay una escalinata de unos… ¿20 escalones? Una mañana a comienzos del curso, después de las clases, nos encontrábamos arriba de la famosa escalinata, justo en la puerta de entrada de mi preciosa facultad, reunidos un grupo de unos diez, charlando antes de irnos cada uno a nuestra casa. Yo estaba esperando que viniese mi “noviete de la juventud” a buscarme con su focus azul a la puerta para irnos a comer, así que comenté a mis amigos con mucho ahínco que me iban a venir a recoger. La conversación siguió de forma risueña y fluida cuando, ahí lo vi, el focus azul que acababa de hacer la curva de “montes” y se aproximaba al “meeting point”.

Al verlo,  rápidamente cogí mi bolso y mi carpeta y dije a mis amigos con mi tono dolby surround que ya llegaba mi novio,  me despedía a la vez bajaba las escaleras “adiós chicos hasta mañana”. Al llegar al coche, abrí la puerta con mucho entusiasmo bajo la atenta mirada de mis compañeros, dejé mi carpeta en el suelo, me senté en el asiento del copiloto y me dispuse a darle un beso, cuando veo que se gira… ¡No era El! El caballero desconocido miró sorprendido , alzó su dedo índice y, acompañando al gesto, enuncia un rotundo “¡NO NO NO NO NO!. Me quedé paralizada, mirándole con ojos de “no me hagas bajar ahora, aunque sea déjame en la siguiente esquina” ¡Como me iba a bajar del coche, mis amigos iban a tener una excusa para reírse de mi los próximos 5 años de carrera!, pero no había otra opción, tras un segundo “¡NO NO NO NO NO!”, me vi en la obligación de bajarme con la cabeza gacha, y esconderme lo mejor posible para no dar pie a mucha mofa.  

Por suerte o por desgracia, no utilizaron la broma por mucho tiempo, porque en 5 años dio tiempo a muchas historias dignas de contar en el café de las 11:30.

Y colorín colorado...

miércoles, 20 de junio de 2012

Flan de coco


Conocí a mi novio hace más de un año, gracias a varios amigos en común,  hizo falta un par de cenas por el centro, unas cuantas cañas y algún concierto que otro, para que me “rindiera a sus encantos”.
La verdad es que, desde el primer momento todo fue sobre ruedas. Como todas las parejas que se acaban de conocer, nos pusimos al día de nuestras aficiones, ilusiones, hobbies, comida favoritas, playa o montaña… ¡vamos lo típico!



A las dos semanas de empezar a salir, un domingo cualquiera, me llamó por teléfono y me preguntó: “¿Qué haces?,  le contesté: “Aquí en casa con dos amigas tomando el sol” y su respuesta fue: “En un rato estoy ahí”.

Esta conversación la habéis podido tener 5000 de veces, pero el dato que pasé por alto, (por pensar que era obvio) era que estaban mis 14 sobrinos en casa con mis hermanos, cuñados y padres.  Supuse que él lo sabría porque ¡TODO EL MUNDO SABE QUE EN MI CASA SIEMPRE HAY GENTE!, pero dió la casualidad que después de dos semanas saliendo el chaval  ¡NO LO SABÍA! (no me lo explico todavía…). En mi defensa diré que en ningún momento le mentí, estaba tomando el sol con dos amigas en la piscina de mi casa...

Total, que ahí se plantó, entró en casa y empezó a ver niños, que además se le abalanzaban cual monos preguntándole si quería jugar con ellos, al ver el panorama, su cara tornó de blanco nuclear a transparente en unos pequeños segundos y fue justo, en ese instante cuando caí en mi pequeña metedura de pata…  Quería solucionarlo como fuese, que empezase a sentirse cómodo, así que encontré la solución. ¡Mi madre es una excelente cocinera y ha preparado un flan de coco exquisito! Por tanto, delante de mis amigas y mi madre le pregunté: “¿Quieres un poco de flan de coco que ha hecho mi madre esta mañana?”, obviamente reaccionó  asintiendo y sonriendo.  


Notaba que su cara no tornaba de transparente a blanca y la verdad que no entendía el por qué, hasta que justo me vino a la cabeza…” ¡Eureka!, me dijo hace unos días que el UNICO alimento que aborrece es el COCO“.  Desde ese instante, intenté persuadirle para que no se lo tomase, pero ante la atenta mirada de mi madre, que con cara de orgullosa cocinera le miraba mientras ingería tremenda exquisitez, ya no había marcha atrás, solo quedaba sonreír y aparentar que no había alimento más rico en la faz de la tierra. 
Y SI, se lo comió enterito, sobrevivió a una tarde con la jauría de niños, al coco y a una subida de pulsaciones importante (esto no lo aseguro pero lo intuyo) …  y SI, también sé lo que estáis pensando,  que cómo no me mandó a paseo ese mismo día… ¡PUES  MILAGROSAMENTE NO LO HIZO!



 Hasta aquí la historia de la primera vez que mi novio vino a mi casa  Otro día os contaré la primera que fui yo a la suya porque tampoco tiene desperdicio.

Y colorín colorado…

lunes, 18 de junio de 2012

OJO con las embarazadas


Corría el verano de primero de bachillerato cuando por una amiga de una amiga, que conocía a “la prima de pepita”, nos llegó la noticia que se necesitaban voluntarios para la visita del Papa Juan Pablo II en Cuatro Vientos, así que a lo “Fuenteovejuna,” decidimos todas mis amigas en manada apuntarnos a esa ardua y responsable tarea de ser “Voluntarias”.


Comenzamos con mucha emoción, yendo a las charlas de preparación. Ahí encontramos cientos de jóvenes, aun más motivados que nosotras, escuchando atentamente a las indicaciones. Sinceramente, no recuerdo muy bien lo que nos dijeron, pero las conclusiones que grabamos a fuego fueron:

-“Por favor OJO con las embarazas y los niños que va a hacer mucho calor”
-“Repartir agua a todo el que lo necesite”.

 

Con esas dos sencillas ideas y sin saber ni la zona que nos había tocado, nos plantamos con las mochilas, las gorras, los chalecos azules y  la acreditación y, nos dirigimos a Cuatro Vientos. Las previsiones de calor se quedaron cortas, no había ni una sombra y yo lo recuerdo como el día más caluroso del verano. Aun así, todo el mundo estaba encantado, cantando, charlando y montando las tiendas de campaña para pasar la noche en el aeródromo.

Los bomberos iban de una zona a otra “regando” a la gente para evitar que “cayeran como chinches”, y entre la muchedumbre, estábamos nosotras, pidiendo acreditaciones para que nadie se colase en una zona que no fuese la suya y, siguiendo todos los consejos "a raja tabla" para llevar a cabo las tareas que nos habían encomendado en las charlas de preparación.


No se si conocéis a mi querida amiga Fernanda, es una mujer decidida y aplicada donde las haya, así que, siguiendo la normas, embarazada o niño que veía, se acercaba y les ofrecía agua.  
Al fondo, entre la gente, vio una embarazada que se le había pasado por alto, así que, con marcha firme se acerca y pregunta –“¿perdone no querrá una botella de agua?, la mujer en cuestión contesta –“No gracias guapa, estoy bien así”. Mi amiga muy extrañada con la respuesta obtenida decide insistir una segunda vez –“¿De verdad que no quiere agua?, a lo que la mujer responde de nuevo “-No, gracias de verdad, pero no quiero”. Fernanda vuelve al grupo extrañada y sorprendida por el rechazo a su tentador ofrecimiento, y, sin querer que NI UNA EMBARAZADA se quedase sin agua, decide darse la vuelta y con paso firme se acerca de nuevo a la mujer e insiste por última vez –“¿No quiere una botella de agua?, de verdad que hace muchísimo calor” y ya, la mujer sospechando lo que mi amiga pensaba, le contestó rotundamente… “¡No estoy embarazada, soy así de gorda!”. Con cara de “que me trague la tierra”, mi amiga dio media vuelta, y volvió por donde había venido.

Desde ese mismo instante, Fernanda decidió dar agua solo a los niños, brindándonos  a las demás la oportunidad de repartir agua a las embarazadas con el riesgo que ello conlleva.

Y colorín colorado la anécdota de hoy ha finalizado.



viernes, 15 de junio de 2012

ES MI-CROONDAS


Llegó la hora de presentarme oficialmente: Me llamo Macarena, nací en Madrid hace 25 años y soy la pequeña de 9 hermanos, y a día de hoy, tengo 14 sobrinos.


Tener una familia grande ha sido una experiencia muy enriquecedora en mi vida, creo que hay muchas pautas que no necesitas que nadie te explique, surgen solas y, dentro de las claves de supervivencia en este tipo de familias, está el aprender que el juguete de tu hermano es TU juguete y si no te lo deja se lo quitas (“compartir es quedarse sin nada” dijo una sabia), también aprendes a comer los huevos con patatas fritas en 5 microsegundos porque si no, se lo comerá el de al lado, y, como en toda gran familia, o gritas bien fuerte o nadie te escucha. Por eso, si algún día conocéis a alguien que come “ultrarápido” y al hablar, chilla todo el rato, no es que tenga un problema, es que tiene muchos hermanos.

Hay que tener en cuenta que en una GRAN  familia como la mía, hay una jerarquía estricta que hay que respetar como: “el mando de la tele le pertenece al mayor SIEMPRE”; en los viajes largos “los pequeños al suelo de la furgo”; “si hay churros de desayunar o te levantas pronto o acabarás desayunando sobaos que mamá compró en Macro hace dos meses” (para esto solo el inciso que las gemelas eran las expertas, se levantaban pronto, se comían todos los churros y luego volvían a la cama a pasar la resaca…¡cuánto he aprendido de ellas!).


El espíritu del reciclaje es un pilar básico y necesario en mi familia. Dentro de los lemas de mi madre se encuentran los siguientes: “los vaqueros de Carrefour que han pasado por tus 8 hermanos con un parche estarán como nuevos” o bien, “Los bolígrafos de publicidad son muchos mejores que esos rotrings maravillosos que tienen tus amigas en 10 colores”.

La vida en “Villa Nocito” era maravillosa para “la pequeña” de la familia. Todos mis hermanos siempre pringando, llevándome y trayéndome de todos los sitios; las broncas nunca eran para mi, porque siempre había algún mayor que llevarse la culpa; mi madre siempre compraba alguna chorradita cuando iba a la compra para las pequeñas de la casa. Todo tenía la armonía que debía tener hasta que, un 16 de Noviembre de 2000… ¡llego mi primera sobrina al mundo! Al principio la idea me entusiasmó, todo eran carantoñas y risas para la pequeña, incluso mis padres cambiaron y se hicieron mucho mas tiernos y cariñoso, pero lo que no me daba cuenta era que el ciclo de la vida en casa estaba cambiando….


Empecé a sospechar la primera vez que pregunté “¿Quién me viene a recoger a But tarde?" Y la respuesta que obtuve fue “¿No hay autobuses o qué?”, también empezó el ciclo “¿Maca, el Viernes que plan tienes? ¿No te vendrías de canguro de la enana que nos queremos ir a cenar por ahí?”. Pero lo peor de todo era que de forma mágica aparecieron tres botes bien grandes en la cocina… ¡llenos de chucherías!! ¡¡A BUENAS HORAS!!.  Justo en el momento que mi acné juvenil y las cartucheras empezaban a brotar y ya no podía ni oler esas malditas gominolas calóricas. Me sentí indignada, toda una vida gestionando mi paga de 100 pesetas semanales para comprar “chuches y cromos”, para que llegue una enana que babea y solo hace “pis y caca” y se lleve todos los honores, vamos, ¡una injusticia en toda regla!.

Tiempo más tarde, ya con un puñado de sobrinos, estaba un día en la cocina con alguna de mis cuñadas y una pequeñuela rondando por la zona, cuando hablando con mi cuñada de calentar un potito en el microondas… –“¿Cuánto tiempo meto el potito en el microondas?” pregunté, mientras la niña, que rondaba la cocina jugando con una especie de elefante con cuatro ruedas, me miró y con cara de rabia y gritando de furia me dijo…

“-¡¡No es TU-croondas es MI-croondas!!”.

Ahí estaba la clave de todo, los ciclos cambian, las familias crecen y, un día eres “la princesa” y al día siguiente hay una mocosa que “mola más que tu” y se lleva todas las atenciones. Pero cada uno aprende a tener su rol y sinceramente, estoy encantada. Ahora he pasado de ser “la pequeña” de la casa a ser “la heroína” de mis sobrinas. Quieren vestir como la tía Maca, bailar como la tía Maca e irse de compras con la tía Maca…

Ya para concluir la historieta de hoy, solo queda decir que… ¡Siempre habrá alguien que necesite el “mi-croondas” más que tu!

Y colorín colorado la anécdota de hoy ha finalizado


jueves, 14 de junio de 2012

Las Matas little town y la Biblioteca





Todos los que vivimos en las Matas estamos contentos de pertenecer a un pueblo pequeño que contiene todo lo necesario y fundamental para ser feliz. Si vas caminando por la Calle del Ferrocarril, encuentras la "tienda de Charo",un pequeño local en el que todo adolescente puede encontrar lo necesario para su día a día: gominolas, chupa chups, coca colas, donuts, chicles... .Si sigues más adelante hacia la estación,  encuentras la Farmacia con todas las señoras cotilleando en la puerta, el estanco con los jubilados reunidos pasando la mañana solucionando el país mientras tu esperas que alguien te venda el abono transporte, la papelería, el "bar de Nati"... y, por supuesto LA ESTACIÓN.

Todo pueblo tiene su plaza y nosotros, los "mateños", tenemos LA ESTACIÓN. Ahí se reúnen todos los chavales a comer pipas y ver pasar la gente y, entre todos los viandantes que pasan por ahí,  no se os puede olvidar una figura "EL YONKI".
El Yonki es un señor de unos 40 años con pelo largo gris, con un olor de esos que no olvidas en todo el día, y unos dientes negros como el carbón que, cuando vas corriendo hacia tu coche que has dejado previamente en doble fila en la rotonda y ves venir a la policía local que te mira con cara de "¿Otra vez aparcando donde no puedes?" aparece el yonki y te dice "-Oyes guapa no tendrás un cigarrito por ahí no?", (espero que no os olvidéis de este personaje que es fundamental para la anécdota de hoy).


Durante mis 5 añorados años de Universidad, el lugar que más visité fue LA BIBLIOTECA, un edificio de dos plantas de ladrillo con dos salas de estudio en la planta superior y una infantil en la inferior.

Yo llegaba en época de exámenes a las 8.30 larga (casi 9.00) a estudiar. Lo importante e imprescindible era siempre llevar una sudaderita, ya que aunque fuese Julio ese lugar parecía "ice age", una botellita de agua, unos tapones comprados en la farmacia, un mp3 con música clásica, varios colores y mi carpeta de apuntes.

Como toda buena democracia y para mejorar la convivencia, nunca hay que olvidarse de LAS NORMAS, y, en este caso, la única que regía y era PARA TODOS era la siguiente: "será necesario respetar El SITIO de cada uno y en ningún caso usurparlo ni aunque tengas un examen mañana y no queden más mesas".Como toda norma se cumplía y, cada uno tenía su lugar en nuestra pequeña aula:  la estudiante de medicina en la mesa del fondo mirando a la pared (se dice y se comenta que un día alguien le quito "su sitio" y le echó sin ningún escrúpulo)"; la chica cuyo novio parecía el portero de "aquí no hay quien viva", en la mesa según entras a la derecha y, siempre siempre, estudiaba con un chupa chups en la boca; "los opositores", cuya silla ya tenía la forma de su trasero porque nunca abandonaban su lugar... y por último, Yo, que me sentaba al fondo a la derecha.

El ritual diario era el siguiente (muy importante no modificarlo nunca): llegar por la mañana, dejar las cosas en mi mesa (y por el suelo) para dejar claro "a quién pertenecía ese territorio", mirar a mi "amiguetes de la biblio" y preguntar... "¿Un piti?".

Cabe añadir que lo más importante cuando estudias en una biblioteca es tener claros los descansos. Cada hora y media religiosamente, levantábamos nuestros traseros de la silla y nos dirigíamos a la puerta con la excusa de rellenar la botella de agua, una cosa llevaba a la otra y acabábamos en la puerta de la entrada hora y media discutiendo de todo aquello que la sociedad califica como "políticamente incorrecto": Religión, Dinero y Salud.

Los días iban pasando, un examen, otro, más biblioteca...  la gente ya morena por las calles y yo, aun blanca como la leche y sin olvidar" mi sudadera". Todo en su orden lógico de siempre hasta que UN DIA, que yo me encontraba en MI SITIO, con mis bolis, mis colores, mi música clásica y repasando para un examen del día siguiente, alzo la mirada hacia la puerta y ahí estaba... ¡EL YONKI!, todos nos miramos sorprendidos, no entendíamos muy bien por qué se había dejado caer por ahí... entró decidido, cogió un par de enciclopedias y se sentó JUSTO ENFRENTE de mi persona.
Puso la enciclopedia encima de la mesa y sacó de su mochila una LUPA enorme (como de 15cm de diámetro). Yo no podía dejar de mirar la escena, el olor empezaba a ser insoportable y ya no podía concentrarme... . El Yonki abríó la enciclopedia y empezó a pasar hojas como un loco, de vez en cuando paraba, cogía la lupa miraba una palabra, me miraba y se reía y continuaba su labor de ojear la enciclopedia.. hasta que llegado un momento veo que está "lupa en mano" apuntando a... ¡mi escote! si señoras y señores ¡¡¡mi escote!!! y no solo una vez, sino continuamente.
Roja como un tomate y muy ruborizada por lo que estaba pasando y sin poder creerlo, cogí mis bolis, mis tapones, mis apuntes, mi agua, me levanté con toda me indignación y pensé "el día de estudio ha finalizado... que sea la última vez que un hombre necesita una lupa para mirarme el escote".

Y colorín colorado la anécdota de hoy ha finalizado





miércoles, 13 de junio de 2012

RIE Y DEJA VIVIR


Llevo mucho tiempo ojeando blogs de distintos tipos: de comida, de moda, bodas... y desde hace unas semanas una idea rondaba en mi cabeza... "QUIERO ESCRIBIR UN BLOG" me decía a mi misma "Pero de qué?" me preguntaba... no soy una experta ni en cocina (que para eso ya tengo a mi madre que es una cocinera nata), ni en moda o eventos (que mi amiga Merce es la experta del grupo en organizar con ideas que quitan el hipo), así que me deprimí un poco porque llegué a la conclusión que no podía aportar nada a este mundillo del blog.

Hace poco estuve en la despedida de soltera de una de mis mejores amigas que se casa en Julio, y, entre vinito y pitis empezamos a contar anécdotas del pasado y entre muchas risas una de ellas dijo "Maca tienes que escribir tus memorias porque no tienen desperdicio", y justo en ese momento me vino la idea brillante a la cabeza... VOY A ESCRIBIR UN BLOG DE HISTORIAS ABSURDAS. ¿No os parece magnifico?


Considero que hay dos tipos de persona en el mundo: las que tienen la capacidad de hacer el ridículo y las que no y yo, lamentablemente, pertenezco al primer grupo. Supongo que ese "don"puede tener muchos orígenes pero el ser un poco despistada y bastante desastre creo que ayuda un poco.

La cuestión es que últimamente ya no tengo ganas ni de ver las noticias, la crisis económica, la gente en paro... los ánimos de la gente a mi alrededor cada vez van a peor y creo que ya es hora de reírse que es muy sano, y qué mejor que con historias graciosas, contando esos momentos absurdos en que hemos querido que la tierra nos tragase pero al cabo del tiempo nos ha servido para hacer amena una comida familiar.

¿Nunca os ha pasado que pensando maléficamente sobre la persona que teníais en frente lo habéis dicho en alto?; ¿Os habéis caído de la silla en medio de una cafetería?; ¿Nunca habéis gritado el nombre de alguien en medio de la calle y tras varias veces insistiendo esa persona era una completa desconocida?. A mi me pasa constantemente, aun no tengo la clave del por qué, pero tengo bastantes anécdotas y si no son mías, le robaré a mis amigos las suyas para que nos riamos, porque soy de las ingenuas que piensan que la vida puede ser maravillosa, que reír es una medicina buenísima y AUN MEJOR reírse de uno mismo.



Ya para concluir solo me queda decir que LA VIDA SON DOS DIAS así que A DISFRUTAR.

Hasta la próxima